Instrucciones para superar una ruptura amorosa
- Marco A. Jacinto
- 15 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Antes que todo tienes que entender que es un proceso, un proceso muy doloroso en muchos sentidos, factores y circunstancias que vivirás aunque no quieras,, es un duelo entre mantener la cordura, no perder el control y ser fuerte para no llamar a esa persona.
El avance de la tecnología nos ha permitido estar más cerca de nuestros seres queridos pero cosas buenas y cosas malas ha dejado eso.
Por un lado esta lo bueno que es mantener más y mejor comunicación con las personas para la vida cotidiana (trabajo, escuela etc.) pero esta la otra cara aplicada en este caso: la ruptura amorosa ya que pone aprueba nuestra fuerza de voluntad (y un poco mezclado con orgullo) para no caer y hablarle a quien nos ha hecho un mal pero aún seguimos amando
Es más fácil convencer que aceptar
Es más fácil porque nos auto convencemos que nosotros no hicimos nada malo, tendemos a hacernos la idea que fue el otro quien fallo y en algunos casos es así pero en la mayoría somos dos los que fallamos
Es difícil aceptar que uno ha hecho algo mal y es más fácil intentar convencer al otro que el es el culpable pero no nos damos cuenta que eso nos estaca de poder soltar eso que sentimos… pero y como se siente? Se siente como algo pesado que no nos deja sonreír, no nos deja pensar, no nos deja tener paz, es algo que nos daba “felicidad” y ahora que vivimos una abstinencia de esa persona queremos volver a sentir ese bienestar, eso, eso es lo que no nos deja avanzar querer más de lo que sentíamos aunque nos dañe
Creemos que todo nos recuerda a esa persona pero no es así, nosotros en nuestra búsqueda de ese sentir lo relacionamos todo pero sin darnos cuenta nos estamos dañando
Lo único que te ayuda es llorar, llorar fuerte, con rabia, con desesperación, gritar, sacarlo de adentro, es como cuando tenemos malestar y queremos vomitar, vomitamos pero a veces no es suficiente y vomitas más y más y más hasta que ya no quede nada dentro de eso podrido que te comiste, llórale, grítale, desespérate…. Vomítalo y un día, sin darte cuenta ese abismo del cual pensabas que no saldrías desaparecerá y tú serás más fuerte que antes.

Marco A. Jacinto
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